El pasado 2 de abril, el presidente Trump anunció su nueva política comercial, consistente en la aplicación de un arancel mínimo del 10% a las importaciones procedentes de todos los países, a partir del 5 de abril, y aranceles recíprocos a una lista de países, desde el 9 de abril, medida que se ha aplazado durante 90 días. En el caso de la Unión Europea el arancel recíproco asciende al 20%
Los aranceles impuestos se suman a los que ya estaban vigentes: 20% a los productos chinos y 25% a las importaciones de acero, aluminio, automóviles y componentes.
Quedan excluidos de la lista México y Canadá, países sobre los que ya se aplicaba un arancel del 25%, que posteriormente se ha reducido al 12%, para los bienes que no cumplan las condiciones del Acuerdo Estados Unidos, México, Canadá.
Asimismo, quedan exentas algunas industrias, como la farmacéutica, semiconductores, madera, cobre, algunos minerales y productos energéticos.
Aunque tras el anuncio, algunos de los países afectados comunicaron que adoptarían medidas de represalia, posteriormente se ha iniciado un proceso de negociación para tratar de rebajar las tensiones comerciales.
El aumento de los aranceles por parte de Estados Unidos podría provocar una importante fragmentación geopolítica y cambios en los flujos de comercio internacional y en las cadenas globales de valor.
El Consenso Económico y Empresarial de PwC España, correspondiente al primer trimestre de 2025, analiza la repercusión de las medidas arancelarias de Trump en el crecimiento global, en los precios y en los beneficios empresariales.
El 77% de los encuestados cree que se producirá un incremento de la inflación por la subida de los costes de producción. Un 54% augura una caída del crecimiento mundial de hasta dos décimas y un 46% considera que frenará los resultados empresariales.
El 82% de los panelistas cree que los cambios geopolíticos pueden afectar de forma significativa a las cadenas de suministro globales y esto podría dar lugar a una recolocación de la producción en zonas cercanas a las empresas para minimizar los riesgos geopolíticos, según el 70%.
El aumento del proteccionismo (según el 55%) y la conformación de nuevas alianzas, en opinión del 56%, son algunas de las consecuencias de esta nueva configuración comercial mundial.
La Unión Europea será la región más afectada, según la opinión mayoritaria de los encuestados.
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